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Arquitectos: Cubbil studio
- Área: 110 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Andrés Villota

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Estamos en las faldas del majestuoso Volcán el Altar, a una altitud 2.800 metros sobre el nivel del mar, en el Sector Inguisay, (La Bocatoma del Río Blanco). La Asociación de Trabajadores Zoila Martínez, promueve el turismo comunitario, y la responsabilidad ambiental. Con iniciativas nuevas que buscas encontrar el equilibrio entre la modernidad y la arquitectura tradicional vernácula de la zona, creando cuatro refugios de alojamiento en la montaña, diseñados para ofrecer vistas panorámicas de los páramos andinos.


Los módulos de alojamiento se implantan en la parcela comunal de la asociación, la cual presenta un soporte topográfico bastante irregular. Las estructuras se levantan de manera estratégica en la montaña para que el paisaje andino, el cantar de las aves y el sonar de las vertientes sea aprovechado, generando de esta manera sensaciones propias del páramo, también se destaca la utilización de materiales propios de la zona lo cual contribuye a la potencialización de las técnicas ancestrales y preservación del medio natural.


Innovación: La típica cabaña tradicional de bahareque ha sido reinterpretada, infundida con expresiones de construcción innovadoras. El programa se resuelve priorizando el descanso y el ocio de los usuarios (habitación, zona húmeda y estanterías), enfatizando al porche de acceso, ya que a más de ser un elemento importante de transición entre la complejidad del entorno natural exterior y la simpleza y calidez del interior es utilizado como mirador.

Se desarrollaron paneles prefabricados de bahareque, reduciendo el tiempo de ejecución y el grosor de la pared mientras se mantenía el confort térmico. Además, Los módulos están construidos sobre plintos asilados de hormigón armado, estructura de madera de eucalipto, enchagllado de tierra (relleno de panales con tierra), y cubierta de madera y paja de páramo.

El enfoque del proyecto recayó en la promoción del trabajo comunitario y la transferencia de conocimientos a las nuevas generaciones tanto en entornos académicos como comunitarios, esto fue posible gracias al desarrollo de mingas colectivas, donde hombres, mujeres, jóvenes voluntarios, pudieron participar y aprender unos de otros. La generación de este vínculo entre los participantes fue indispensable para lograr un resultado adecuado, priorizando siempre la buena convivencia y el rescate de las costumbres y tradiciones.

La arquitectura se configura como una herramienta poderosa para promover la inclusión, la creatividad y el bienestar de las comunidades, mediante el diseño participativo, a la arquitectura sostenible.






















